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Por qué creé PrivacyOS

  • Josep 

Mi negocio depende de ganar pasta para mis clientes. Si estás en la misma, me entiendes: las normas de protección de datos en España 2023-2024 nos están complicando la vida.

Ya os oigo. Revolviéndoos en la silla.

“¡Pero hay que respetar la privacidad!” “¡Solo eres un marketiniano sin escrúpulos dispuesto a vender a su madre por más ganancias!”

Vale, vale. Relajaos.

Por esto (y por la privacidad de mis clientes) uso un perfil anónimo en este blog. Si no, en cuanto un competidor lea esto, me cae una denuncia.

Pero si te identificas con lo que acabo de decir… bienvenido.

Vamos al grano.

Tengo un cliente. Probablemente el mejor. No solo porque paga bien. Los resultados son brutales. Trabajar con ellos es un placer.

Pagan el mismo día. Aprecian los buenos resultados. Piden cosas sin ego ni culpas.

(Si eres freelance o tienes agencia, sabes que este tipo de cliente es como encontrar oro.)

Así que, claro, no quiero perderlos.

Llámame capitalista. Está bien. También trabajas por dinero, ¿no? Pero hay clientes y proyectos que te hacen sentir que aportas algo real. Que haces bien tu trabajo. Y este es uno de esos casos.

Y aquí es donde entran las normas de protección de datos a joder la fiesta.

Historia rápida. Yo no empecé en marketing. Estudié periodismo. Me vendieron el cuento de que los periodistas están para “hacer que el poder rinda cuentas”. Que el periodismo es una virtud. Una moral.

Menuda basura.

Primer encargo: llamar a la puerta de una mujer que guardaba el cadáver de su madre bajo un colchón para seguir cobrando su pensión. (Supuestamente.)

¿Eso es justicia?

Otro caso: rastrear a un estafador de anuncios falsos de apartamentos turísticos. (Supuestamente.) Un superior me pregunta cuánto pagaría el tipo para que la historia no saliera.

No digo que todos los periódicos sean así. Pero conozco a un periodista que escribió sobre corrupción hasta que uno de los corruptos (supuestamente) compró el diario y lo despidió sin indemnización.

Así que aquí estoy. Haciendo marketing. Y sintiéndome mejor con mi trabajo.

El punto es este: las nuevas leyes de protección de datos me impiden hacer bien mi trabajo. Y a veces no veo el beneficio ni para el usuario ni para el negocio.

Ejemplo práctico.

Cliente del sector inmobiliario de lujo. Una venta = 100.000€+. Tráfico de pago a landings. Captación de leads desde orgánico. Email marketing.

Cada semana, envío un informe: de dónde viene cada lead, cuánto ha costado, qué copy funciona.

Cada mes, hablamos las ventas.

Y funciona. Han reducido costes de marketing. Menos gasto en portales inmobiliarios. Más inversión en campañas bien enfocadas.

Pero si aplicamos el RGPD al pie de la letra…

No podré compartir estos informes con mi cliente. No sabremos de dónde vienen los leads. Iremos a ciegas.

Y ahora dime.

¿Qué tiene de malo recopilar datos si eso permite un marketing más relevante, más recursos y mejor crecimiento?

No miramos datos personales en GA4. Solo los de quienes rellenan un formulario.

Y si no aceptan cookies en la primera página… se acabó. Perdemos el rastro.

Por eso creé PrivacyOS.

Para ayudar a marketers y negocios a navegar por estos temas sin que sean una pesadilla. Pero también eso trata de salir de mi cabreo y hacer las cosas bien. Si a mi cliente le cae una multa, estoy jodido. Por otra parte mi novia no quiere saber más de las cookies así tengo que deshogarme de alguna manera.

Fin del cuento triste. Vamos al lío.

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