El otro día, estaba curioseando resoluciones de la AEPD.
No sé, cosas que hago en mis ratos libres. Y me encuentro con esto: una agencia de marketing multada con 10.000 euros por no tener bien puesta su política de privacidad.
¿Cómo?
Siempre digo lo mismo: «El RGPD es un rollo, pero las multas son para empresas enormes. No para nosotros.» Y ahora… una agencia. Como la mía. Multada por un enlace roto.
Así que me puse a mirar qué había pasado.
No voy a dar nombres. Este blog es anónimo. Y no voy a ser yo quien exponga a otra empresa. (Además, si te pica la curiosidad, puedes buscar la resolución. Es pública.)
Pero la historia es esta:
Alguien denuncia. Dice que en la web de esta agencia no hay política de privacidad. La AEPD, tras meses de pasar del tema, finalmente revisa la web. Encuentran que sí, hay política de privacidad… pero el enlace que aparece en el formulario de registro lleva a otra web totalmente distinta.
Ojo. No una web fraudulenta. No un virus. No un sitio vacío. No.
Un fallo tonto. Un enlace roto. Nada que ver con la privacidad en sí.
¿Consecuencia? 10.000 euros de multa.
(Si te has picao y buscas la página web sancionada…no es la web propia de la agencia. Es un portal que la agencia usaba para publicar contenido. Algo rollo PR o PBN, con artículos de nicho.)
¿Y tú? ¿Estás 100% seguro de que no tienes un fallo así?
Piensa un segundo.
¿Todos tus enlaces legales funcionan? ¿Tu política de privacidad está siempre accesible? ¿Tus formularios tienen el enlace correcto?
Porque esta agencia se ha comido una multa solo por eso. Solo. Por. Eso.
Y lo peor no es la multa. Lo peor es cómo empezó todo esto.
Alguien te tiene que denunciar.
La AEPD no va por ahí buscando a quién multar. Si lo hicieran, habría miles de sanciones cada mes. Pero no. Alguien tiene que denunciarte. Y en este caso, denunciaron. Varias veces. Porque al principio, ni caso.
O sea, alguien se lo curró. Alguien insistió.
¿Quién? Excliente cabreado. Exempleado vengativo. ¿Competencia con ganas de putear? Vete tú a saber.
Mira, en 2024 hubo solo 21 sanciones a sitios web en España. 21. Y en este país hay más de 6 millones de empresas, PYMEs y autónomos.
Pero… ¿tienes competencia? ¿Rivales? ¿Gente que te odia por existir? ¿Una expareja por ahí? Porque a ellos les cuesta cero euros y cinco minutos mandarle un mail a la AEPD y joderte la vida.
Hasta ahora, muchos hemos vivido como si el RGPD fuera una amenaza lejana. Algo que pasa a los bancos, a las grandes tecnológicas. No a nosotros.
Pero ya no es así.
Ahora te pueden crujir por un enlace roto.
Así que revisa tu web. Porque las multas están por ahí. Y muchas veces, todo empieza con un tipo cabreado con tiempo libre y ChatGPT.